Si alguno de vosotros ha viajado a Jordania, recordará las bolsas de plástico de tutti colori que hay por doquier, literalmente hablando, es algo bestial como han podido llegar a esa saturación del paisaje ; al llegar a Amman es algo fantasmal, cuelgan de los pinos, de los cables eléctricos,estan en el suelo enredadas en las piedras y matojos, parecen penachos que el aire agita y el Sol no tiene fuerza para quemarlas.
Empezaron poniendolas en los cultivos para tapar las plantas y así recoger la humedad y después ¡hala! a volar libres, ya es árido y abrupto el paisaje en sí, añadiéndole las bolsas a centenares (y no exagero)nos dá un espectáculo deplorable y nada bucólico como habría de ser en esas tierras maravillosas y míticas.
Así aunque los sres. vendedores tengan más beneficios de los que ya tienen al no tener que regalarnos las prácticas bolsas ,le envio mi más sincera felicitación al listillo de la ecológica o interesada idea.