Encontré una amapola guardada en un libro, dentro de una cartulina blanca con fecha 13 de Mayo 1998, recordé entonces el día que con deseos de retener aquel rojo pasión para mí , aplasté aquella sencilla y alegre flor primaveral, y hoy 14 años después, ni tan solo recordaba haber hecho esa tonteria, pues del rojo de antaño tan solo queda un color parduzco, ¡que pena ! la arranqué del suelo para que me recordara lo maravillosa que era, en medio de un campo de trigo verde esmeralda, y hoy he de recordar su maravilloso color, pues viéndola triste y seca en medio de un libro amarillento,no guarda el mínimo vestigio de lo que fué.
Creo que esto nos pasa a todos con el tiempo, guardamos nuestra ternura y esencia tantos años que al transcurrir el tiempo no somos ni parecemos la persona que inició el camino de nunca volver.
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