Una tarde lluviosa, como tantas de este lluvioso mes. Codo con codo, a tu lado , intentando cocinar una tarta digna de premio, traduciendo la receta de una lejana bloguera, la logística no ha fallado, tenemos todo lo necesario: harina, huevos, azúcar, colorantes para darle vida y color a nuestra obra de arte, etc...
Varias escapadas al salón para ver como sucedió la tragedia del Titanic en su aniversario, el horno haciendo bizcocho tras bizcocho de chocolate, ellos darán altura a la súper-tarta.
Con pocos artefactos nos salimos con la nuestra, sin Kitchens ni Thermomixs, hemos hecho una tarta "guay del Paraguay ".
Me gusta sentirte cerca física y mentalmente, eres el apoyo de mi cordura, te siento cercana a mi alma y me enorgullezco de ti, y de mí .
Horas de camaradería, que han dado como resultado una tarta de nombre casi innombrable pero de un aspecto inmejorable, gracias a ti el premio es mío, mío, mío.
Ya sabes que mi premio eres tú ¿ verdad ?.
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