viernes, 13 de enero de 2012

SE APAGÓ LA LUZ

Las calles se ven tristes y oscuras, después de la Navidad, cuando las luces de colores se han apagado, parece que con ellas se vayan los buenos propósitos y deseos, la sensación de que hay magia en el ambiente, de que el frío no es tan crudo, pues hay una llamita de alegría en el corazón que reconforta, aunque no quieras a ese niño que todos llevamos dentro.
Al crecer, ya sabes que todo es marketing, que aunque sea Navidad hay mucha gente sufriendo y pasándolas de aupa, pero necesitamos ese pequeño destello en nuestra cotidiana vida, que nos dice que si quisiéramos podría ser todo muy diferente, que nuestra familia está unida y feliz, en el trabajo todos nos deseamos felicidad y hasta hay personas que sin conocerte te desean felices fiestas y próspero año nuevo.
Será el color de las luces, su parpadeo, no sé realmente , pero hay algo que nos hace que mientras brillan en nuestras calles durante las noches de últimos de Diciembre hasta el 6 o 7 de Enero sintamos que aún queda esperanza para todos.
La tristeza me rodea al guardar en sus cajas las estrellas doradas, las bolas del árbol, las figuras del pesebre envueltas en papel de seda, los Papá Noel, y tantas cosas que puse con toda ilusión para hacer mi hogar acogedor y mágico, y ahora en el altillo, será un secreto tesoro escondido, para descubrir de nuevo al llegar Diciembre con su magia.

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